Cuando "descansamos", nuestra mente y nuestro cuerpo responden a todos esos pensamientos que se descubren sin ningún complejo. Hablo de descanso, hablo de quietud, hablo de encontrar el equilibrio en nuestro interior. Ese espacio silencioso que nos atrapa en una sencilla percepción de bienestar, paz, felicidad, luz, espontaneidad, nos da vida.
La sensación de experimentar aquello que consideres que no te pertenece y que muchas veces esos mismos efectos nos han hecho cuestionar la realidad del problema, de las dudas o los temores.
Solo contempla el estar sumergido en tu ser, en tu yo interior, más allá de todos los conceptos, de todo razonamiento, llega hasta lo más profundo de tu mente, manteniéndola despejada de los pensamientos que pudiesen distraerte. Es solo un instante donde dejarás atrás las apariencias, el aspecto y te aproximaras a la realidad, tu propia existencia.
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