En este mundo, en nuestra vida parece haber un estado, una sensación que es lo opuesto a la vida. Es como sentir el fin de todo, el no poder más. Sin embargo con nuestras experiencias hemos aprendido que todas esas molestias, miedos, adoptan muchas formas. Es la idea oculta a todos los sentimientos que no son de suprema felicidad, de un estado de plenitud, entendimiento y aceptación. Es como una alarma a la que uno responde cuando reacciona de cualquier manera o forma que no sea con la perfecta sensación de alegría y paz. Todo pesar, sensación de pérdida, ansiedad, sufrimiento, dolor e incluso el más leve suspiro de cansancio, cualquiera ligera incomodidad, da testimonio de todo lo opuesto a nuestra existencia, a todo aquello en lo que realmente creemos y somos. Recuerda siempre que los pensamientos se encuentran en la mente, estos se pueden aplicar según nuestra mente lo dicte, y es en ese punto donde debemos efectuar la transformación o cambio en nuestros pensamientos. No existen diferente clases de vida, ni opuestos, ni sentir el fin de nada, es todo lo contrario, la vida es como la verdad, cada pensamiento en nuestra mente que nace desde el interior de nuestro ser, es compartido, vivido y refleja todo aquello que despierta y amamos en nosotros.
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