Tal como percibes el problema, es tu reacción, llega el desaliento, la depresión, el llanto, todas esas emociones y más, que están dentro. Algunos problemas surgen inesperadamente, justo cuando creías haber resuelto los anteriores. Otros permanecen sin resolver bajo una nube de negación, y emergen de vez en cuando para confundirnos, atormentarnos, solo para volver a quedar oculto pero aún sin resolver. Toda esta complejidad no es más que un intento desesperado de no reconocer el problema, y por lo tanto, de no permitir que se resuelva. Si pudieses reconocer que, sea cual fuere la forma en que se manifieste, el único problema que tienes es el de reconocer y aceptar que son tuyos y así aceptarías las respuestas, puesto que verías su relevancia. Si advirtieras el común denominador que subyace a todos los problemas a los que pareces enfrentarte, comprenderías que dispones de los medios para resolverlos todos. Y emplearías los medios porque habrías reconocido el problema.
En todas las situaciones existe todos los ingredientes en bruto que pueden utilizarse para dar forma a una idea creadora.
Este blog, forma parte de eso, por ello es una herramienta para ser utilizada y compartida.
viernes, 6 de marzo de 2015
No se puede resolver...
No se puede resolver un problema a menos que sepas de que se trata. Se manifiestan en formas tan variadas y con contenidos tan diversos, que creemos enfrentarnos a una situación imposible.
Tal como percibes el problema, es tu reacción, llega el desaliento, la depresión, el llanto, todas esas emociones y más, que están dentro. Algunos problemas surgen inesperadamente, justo cuando creías haber resuelto los anteriores. Otros permanecen sin resolver bajo una nube de negación, y emergen de vez en cuando para confundirnos, atormentarnos, solo para volver a quedar oculto pero aún sin resolver. Toda esta complejidad no es más que un intento desesperado de no reconocer el problema, y por lo tanto, de no permitir que se resuelva. Si pudieses reconocer que, sea cual fuere la forma en que se manifieste, el único problema que tienes es el de reconocer y aceptar que son tuyos y así aceptarías las respuestas, puesto que verías su relevancia. Si advirtieras el común denominador que subyace a todos los problemas a los que pareces enfrentarte, comprenderías que dispones de los medios para resolverlos todos. Y emplearías los medios porque habrías reconocido el problema.
Tal como percibes el problema, es tu reacción, llega el desaliento, la depresión, el llanto, todas esas emociones y más, que están dentro. Algunos problemas surgen inesperadamente, justo cuando creías haber resuelto los anteriores. Otros permanecen sin resolver bajo una nube de negación, y emergen de vez en cuando para confundirnos, atormentarnos, solo para volver a quedar oculto pero aún sin resolver. Toda esta complejidad no es más que un intento desesperado de no reconocer el problema, y por lo tanto, de no permitir que se resuelva. Si pudieses reconocer que, sea cual fuere la forma en que se manifieste, el único problema que tienes es el de reconocer y aceptar que son tuyos y así aceptarías las respuestas, puesto que verías su relevancia. Si advirtieras el común denominador que subyace a todos los problemas a los que pareces enfrentarte, comprenderías que dispones de los medios para resolverlos todos. Y emplearías los medios porque habrías reconocido el problema.
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