Creemos muchas veces que nuestros pensamientos no tienen ningún efecto. Todo lo que vemos es el resultado de cada pensamientos y pocas veces hay excepciones. Los pensamientos no son ni grandes ni pequeños, ni poderosos ni débiles. Son simplemente verdaderos o falsos o fingidos. Aquellos que son verdaderos crean un sentimiento de profunda realidad interior. Es importante reconocer que cada pensamiento que uno tiene acarrea sentimientos, muchas veces contradictorios, nos dan paz o nos incita a un estado inquieto, sentimos amor pero también bronca, miedo, duda. Por eso es casi imposible tener pensamientos neutros. Todos nuestros pensamientos tienen poder. O bien dan lugar a una visión o sentimiento sentido, real, genuino o todo lo contrario. Pero es imposible que no tengan efectos. Cuando reconocemos nuestros errores de pensamientos, la visión , los sentimientos y nuestros pensamientos, harán que esos errores sean corregidos.
Lo que veo y siento da testimonio de lo que pienso. Si no pensase no existiría, ya que la vida es pensamiento, me permito mirar y mirarme tal como la representación de mi estado de ánimo, sé que se puede cambiar, con solo dejar asomar el pensamiento real, verdadero que vive permanentemente dentro de nuestro ser. Todo lo que pienso, digo y hago es una enseñanza para todos y todo el universo. Puesto que reconozco que la naturaleza de mis pensamientos es que los comparto con todo lo que existe.
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