Cuantas veces reflexionas o quieres entender el concepto que ahora tienes de ti mismo, y que garantiza que tus acciones, pensamientos, aqui y ahora te hagan discurrir o creer que es difícil llevar a cabo todo lo que deseas. Así es como uno se condena a una amarga y profunda sensación de bronca y al mismo tiempo de miedo. Dicho concepto, sin embargo, no tiene por qué ser fijo e inalterable, a menos que decidas que no hay maneras, esperanza o cualquier emoción que te paralice y aceptes que no puedes cambiar y lo mantengas estático y oculto en tu mente. En lugar de ello, entrégate con confianza y permite que puedas entender cuales son las modificaciones que necesitas para serle útil a tu yo verdadero, a tu ser interior. Las alternativas están en tu mente para que las uses, y tú puedes verte a ti mismo de otra manera. Aprender es cambiar, nunca intentes valerte de medios que todavía sean ajenos a tu modo de pensar, que no te sirvan de nada, ni tampoco que sea una intención producir cambios que tú no puedas reconocer. Confía en ti, en tus sentimientos y pensamientos genuinos, ellos están desprovistos de todo juicio acerca de ti, no mires ni te quedes en tu pasado, sé receptivo, libre de viejos conceptos y dispuesto a contemplar sólo lo que el presente contiene.
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