Siempre parece que estamos preparándonos para demostrar algo, a alguien, para mostrar que podemos ser mejores, para mostrar las diferencias. Sin embargo cometemos el error de creer que con estas actitudes enseñamos algo para que den crédito, convencimiento de aquello que creemos. Todas las situaciones que nos rodea el día a día tiene que ser una oportunidad más para determinar realmente por lo que crees que eres y por la relación que crees que otros tienen contigo. Lo importante no es mostrar, lo importante es aprender. Pero sí quiero decir que el ser que tu consideras verdadero, real, sentido, es el que enseñas, el que muestras a cada paso. Es tu propio aprendizaje finalmente el que manifiestas. Tus pensamientos siempre son la fuente de fortaleza y la verdad experimentada. Demuestra todo lo que decides ser, más allá de tu propio interés, compromete ser tu propio portador, responde a tus pensamientos interiores, al yo genuino que te guía y te muestra el camino que has elegido. Con tus acciones o con tus pensamientos, con palabras o sin ellas, en cualquier lenguaje o sin lenguaje, en todo lugar o momento, o en cualquier forma.
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