Quizás es fácil explicarlo, habitualmente siempre elegimos entre la debilidad y la fortaleza, y en realidad lo que eliges es lo que crees que es verdadero, real en ti.
Solo con que te negases a dejar que la debilidad guiase cada acto o paso en la vida, con seguridad dejarías de otorgarle poder.
Entonces la claridad, el pensamiento correcto, honesto, sentido, estaría a cargo de todo cuanto hicieses, pues llevarías tu debilidad ante tus sentimiento, acciones, etc, y a cambio te darías lo mejor de tu propio descubrimiento, la fortaleza que posees.
Todo lo que pasamos no son mas que lecciones que aún no hemos aprendido, y que vuelven a presentarse de nuevo a fin de que donde antes hiciste una elección errónea, puedas ahora hacer una mejor y escaparte así del dolor que te ocasionó lo que elegiste previamente. En toda dificultad, disgusto o confusión, siempre se contemplará la sensación, la verdad que en cada momento, en cada segundo del día a día seamos capaces, experimentados, aptos para recordar "ELIGE DE NUEVO".
Jamás tengas miedo, duda, reconócela como lo que es: una oportunidad más para elegir de nuevo y dejar que tu fortaleza impere en toda circunstancia y lugar.
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