Esa sensación, la percepción, la observación...

Esa sensación, la percepción, la observación es la elección de lo que quieres ser, del mundo en el que quieres vivir y del estado en el que crees que tu mente, tu ser, tu yo interior se encontrará contenta y satisfecha. Cada pensamiento, cada intención, idea, va eligiendo donde crees que reside tu seguridad, de acuerdo a tu decisión. Es como que a cada paso te revela lo que eres tal como tú quieres ser, y es siempre fiel a tu propósito. a tu voluntad, al empeño del que nunca se aparta, y no da el más mínimo testimonio de nada que no esté de acuerdo a aquello que has sentido y aceptado. Todo te pertenece y forma parte de tus decisiones, acciones, pensamientos, ideas, sentimientos, sensaciones que contemplas, pues ni los medios ni el fin están separados, y así aprendes que lo que parece tener una vida aparte, es solo la no aceptación, el miedo y la duda de que uno no lo merece.  Cada uno de estos aspectos está enmarcado en la pureza, lo genuino y el amor profundo hacia ti mismo. Lo que está dentro de tu mente, de tu corazón y en efecto en todas las cosas que te propongas, hagas, y pienses, no puede sino ser tu mismo y tienes que valerse de todo lo que has aprendido para transformar y eliminar aquello de lo que realmente no te acerca a tu ser.