La alegría como definición significa vivo y animado. Es un estado interior fresco y luminoso, generador de bienestar general, altos niveles de energía y una poderosa disposición que puede ser percibida en toda persona, siendo así que quien la experimenta, la revela en su apariencia, lenguaje, decisiones y actos.
En nuestro interior el estado de alegría es permanente, donde todos nuestros pensamientos se fortalecen, las actitudes y la mirada del sentir de nuestro corazón, nos da el paso para desarrollarnos con sabiduría.
No se puede buscar la alegría como algo en sí mismo, mantenemos una menta abierta, un encuentro con nuestro yo interior, una independencia que nos permita aceptar la vida como es, buscando la verdad dentro nuestro, manteniendo nuestra libertad.
Un nuevo principio, una búsqueda sincera y profunda, la experiencia de aprender, el espacio que necesitamos para encontrarnos a nosotros mismos.
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