Mirar nuestro camino y sentir que estamos en la senda. Apreciamos, reconocemos y contemplamos que el camino está mas despejado. Nuestra mente y nuestro ser se encuentran en un equilibrio donde no nos asalta con pensamientos antiguos, de esos que nos hacen volver atrás, ni nos resistimos a la verdad de nuestro yo interior. Seguro que todavía dudamos, aparecen algunas objeciones menores y cierta indecisión, pero puedes sentirte agradecido por tus logros, los cuales son muchos más grandes de lo que te puedas imaginar. El vernos de esta manera nos aporta el beneficio de poder tener un atisbo de lo grande que ha sido nuestro progreso y de lo que hemos hecho, dado y recibido. Alégrate de verte hoy tal como eres, con fortaleza, poder, serenidad, amor. Recuerda que tienes a disposición toda la fuerza para llevar a cabo todo cuanto emprendas.
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