Al reconocer nuestro yo interior, nuestro espíritu o nuestro conocimiento del ser, encontramos que desaparece esa diferencia entre una cosa u otra. La visión profunda, sincera nos ofrece lo mejor de uno, lo insondable de nosotros mismos. Si esto lo vemos como nuestra realidad, esta decisión se refleja en lo que queremos y en cada actitud nuestra.
Siempre parece que fuera una elección, pero independientemente de lo que creas, y de lo que elijas sentir, pensar, siempre te encontrarás a ti con todas y cada una de las experiencias que te brinda el aprendizaje en busca de tu camino. No olvides que ningún concepto que abrigues de ti mismo puede oponerse a la verdad de lo que eres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario