Cuando hablamos del desapego, estamos recobrando nuestro espacio, creando en nuestra mente, en nuestro yo interior la libertad de nuestra acción.
Siempre creemos que el desapegarse es no darle importancia a nada, es todo lo contrario. El desapego es tener la responsabilidad y el compromiso con uno mismo, dejarse llevar siendo observador, no juzgando, simplemente dejar fluir.
Desde las mejores actitudes y de nuestra perspectiva percibimos esa tranquilidad, la paz que necesitamos para seguir construyendo nuestra vida, serenamente y con la convicción de la esencia de nuestro ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario