Es extraño en general plantearnos la observación y entender lo que queremos ver y decidir.
Reconocer y recordar nuestra propia capacidad implica diferenciar los conceptos y las acciones, para encontrar en las cosas mas valiosas a nosotros mismos, ese espacio donde nos creamos y nos definimos.
La capacidad de valorarnos adecuadamente, sin sentirnos rechazados, extraños, preocupados, sabiendo que nuestra "autoestima", nuestro yo interior, encuentran la realidad de lo que somos y como somos.
Muchas veces nos sentimos "atados" a un aprendizaje, a veces impuesto y otras como posible progreso propio. En el aprendizaje aprendemos con cada acción, pensamiento, lo que uno no quiere, o simplemente con aquello que no estoy de acuerdo.
Cuando creemos que somos rechazado o tenemos pensamientos como:...si yo no fuera como soy, ... o a lo mejor debería parecerme a..., nos juzgamos, desde la óptica del otro. Lo importante es saber y creer que tenemos la capacidad y el potencial para poder "enfrentar" el desafío, impuesto muchas veces por necesidad, o simplemente por una acción.
La valoración de uno mismo, es la capacidad, el crecimiento, el conocimiento y desarrollo de lo constructivo en nosotros. Reconocer el valor que tenemos, un valor que va mas allá de todas las cosas que debemos aprender, experimentar, sentir y quedarnos con lo verdadero de nosotros, con lo que realmente somos, tal como queremos ser.
..."Es verdad todo lo que hago y lo que soy, y lo que hago es como me gusta, soy una gota en el océano, y sin embargo, si yo no fuera como soy y no hiciera lo que puedo, el océano le faltaría una gota"...
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