Al pensar en lo "esencial es invisible a los ojos", me recreo en todas y cada una de las miradas que me rodean. Formar parte de lo esencial es ser la esencia del todo. Un todo que nos lleva a la verdad interior, a ese lugar inafectable de cada uno. En donde la libertad de sentir, el espacio creado, la voluntad, el desapego, la perseverancia, nos permite encontrar nuestro camino.
Quizás las palabras nos concedan el bienestar de no perder el encuentro con uno mismo, de imaginar que se puede, que cada instante es infinito, que nuestro lugar, nuestras ideas nos hacen ver que "lo esencial es invisible a los ojos".
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