Los conceptos, las creencias están aferradas a nuestros pensamientos, y por tanto determinan en ocasiones nuestras actitudes y acciones que complican la forma de percibir, observar, distinguir la vida.
El concepto básico, real, verdadero es el aprendizaje, la experiencia, las enseñanzas, herramientas que día a día, permiten valorar momentos que se acercan más a los sentimientos reales, que de aquello que es conocido. Un aquí y ahora simple, sin ataduras ni memoria que nuble el concepto de sentir, aceptar y entender una nueva mirada creadora. No son palabras vanas, ni conceptos preestablecidos. Son sensaciones que inundan cada espacio de nuestro ser, que nos da la libertad y el amor de sorprendernos por saber elegir aquello que se quiere, se desea, se reconoce, se vive, se comparte y se transmite para transformarse.
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