Hay momentos muy intensos en la vida, en los que se presentan oportunidades para progresar. Todo está cambiando continuamente, y dispuesto para tomar una nueva dirección, ya sea hacia el progreso o hacia un estancamiento o inmovilización. Nos preparamos para estos momentos. Aunque a veces la situación pueda parecer demasiada grande y demasiada difícil para poder dominarla, si concentramos nuestras energía, nuestros pensamientos en ser conscientes, sinceros y humildes, cada acontecimiento, bueno o malo con aceptación, ganaremos el espacio y el camino necesario para ver, y dominar las dificultades. Al dejarnos influir por las presiones ejercidas por las situación que nos compete, podemos perder nuestro equilibrio interno. Si confiamos en aquellos pensamientos que nacen desde nuestro ser con firmeza y la voluntad de seguir adelante de una manera equilibrada e independiente, la duda, el miedo, los temores, nos darán la energía necesaria para reaccionar. Si nos mantenemos desapegados y permitimos que los cambios tengan lugar como vengan, podremos enfrentar este desafío.
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