Cada decisión que tomes, procede de lo que crees ser, y representa el valor que te atribuyes a ti mismo. Si crees que lo que no tiene valor, o aquello que no te satisfaga o que no te sientas satisfecho, acepta la razón y el entendimiento de lo que es. Cada vez que eliges, es una elección en donde te evalúas, no juzgando solo aceptando el hecho. Es una responsabilidad para contigo mismo, y es una responsabilidad que tienes que aprender a recordar en cada momento. Cuando tomas una decisión, abres una puerta a tu grandeza, al poder interior y a lo creativo que hay en ti. Con la perfecta claridad y seguridad de permanecer más allá de cualquier emoción.
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