Es imposible no creer en lo que vemos, pero es igualmente imposible ver lo que no creemos. La percepción se construye sobre la base de las experiencias y las experiencias nos conduce a las creencias. Nunca la percepción se estabiliza hasta que nuestras creencias son sólidas. De hecho, lo que ves es lo que crees. Cuando comenzamos a dudar, o tener alguna inquietud sobre creer o no, hablo de uno mismo, es porque estamos haciendo interpretaciones y no creemos, y puesto que lo que creemos determina nuestra percepción, no percibimos el significado real, consecuentemente no lo aceptamos. Es importante que nuestras experiencias nuevas nos conduzcan a nuestra propia enseñanza. No tratemos de limitar ni interpretar lo que vemos o creemos, solo trata de aceptarlo tal como lo vives y sientes.
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