Cuando uno siente lo bien que se encuentra, demuestra que el aprendizaje ha tenido lugar bajo la debida dirección de nuestros pensamientos y acciones, ya que el aprendizaje muchas veces es inevitable e invisible y lo que se ha aprendido sólo se puede reconocer por sus resultados. Se demuestra a medida que lo ponemos en práctica en más y más situaciones. Vamos aprendiendo que no hay grados de dificultad, nuestro poder de decisión es la única libertad que tenemos y cuando utilizamos nuestras experiencias y aprendizajes se hacen visibles. Mira dentro de ti, se tu propio testigo de aquello que sientes y aprende a manifestarlo, tanto afuera como adentro y lo verás afuera porque primero lo has visto dentro de ti.
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