Mas allá de todo, del sol, del cuerpo, de las estrellas, de todo lo que ves, siempre en cierta forma es familiar, hay algo en el cual contemplamos y se extiende hasta volvernos uno con la totalidad.
Es ese instante en que nos perdemos y sin embargo sentimos una paz, serenidad, que nos llena e ilumina nuestro ser.
Conservar ese maravilloso estado, como un dulce recordatorio tan querido y deseado en uno. Es ese mundo en el que estamos aprendiendo, es el encuentro mágico de nuestro ser. Es la visión que tu conoces, que has experimentado, es lo que crees y que contiene todo aquello que eres tu. Siente y vive este encuentro contigo mismo.
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