Recordar el estado permanente que encontramos cuando contemplamos la serenidad de nuestro ser. Debemos ser dóciles, seguir nuestros pensamientos mas sinceros y dejar que aquellos pensamientos de frustración, desolación se diluyan. Cuando sufrimos adversidades, la hemos de mirar como una oportunidad que necesitamos para aprender. No debemos temer a la adversidad, quizás muchas veces es el único medio por el cual podemos corregir nuestras actitudes en la vida. Es una de las razones por lo que la vida y la adversidad son el escenario para desarrollar nuestra conciencia, nuestro conocimiento interior. Esto no quiere decir que estemos invitando a la adversidad, o que nos alegremos cuando estamos sufriendo o pasando un mal trago. La adversidad debe ser evitada si es posible, pero cuando se presenta, debemos observarla con moderación y sacar todas las lecciones posibles, para eludir la necesidad de que la lección se repita.
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