Muchas veces tenemos pensamientos imprecisos, cada pensamiento tiene poder, o bien dan lugar a acciones inadecuadas o bien te conducen a la acción real, sentida, honesta. Pero es imposible que no se tengan efectos. Si bien del mismo modo que procede lo que uno ve y siente a través de los propios pensamientos, tienes la posibilidad de corregir los errores, permitiendo aceptar lo que se ve, acorde a lo que sientes y deseas. Lo que ves da testimonio de lo que piensas, ya que la vida es pensamiento, y te permite sentir tu propio estado de ánimo y cada actitud o la manera de canalizar la libertad de manifestar la sensación de sentirse bien.
Todo lo que pienses, digas o hagas es una enseñanza para todo, desde ti, hacia la totalidad.
Reconocer la naturaleza de tus pensamientos es compartir con todo lo que existe, sabiendo que el amor a todo lo que nace en ti, te transforma.
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