La decisión de juzgar en vez de conocer es lo que hace perder la paz, la confianza, Lo que quiero decir es que si juzgas la realidad de otros no podrás evitar juzgar la tuya propia.
Los juicios siempre entrañan rechazo. Si juzgamos no podemos ver los aspectos positivos, sinceros ya sea en ti o en otro.
No importa si tus juicios son acertados o no, en cualquier caso estás depositando una creencia en algo que no puede tener un efecto real, ya que si juzgamos implica que la realidad de aquello que tu crees está a disposición para que puedas seleccionar de ella lo que mejor te parezca.
Quizás entiendas que si encontramos solo la idea de alivio y de profunda paz que resulta estar en especial contigo mismo o con otros sin emitir juicio de ninguna clase, hace que reconozcas lo que eres. No tienes que juzgar para organizar tu vida, y definitivamente no tienes que hacerlo para organizarte a ti mismo. El conocimiento, el encuentro de tu yo interior, hace en este proceso encontrar ese conocimiento para poder reemplazar tus dudas y miedos.
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